¿Cómo empezó Escere?

Nosotras somos Gabriela y Belén Arévalo, hermanas nacidas en Quito-Ecuador 

Hace varios años empezamos a ser mucho más conscientes de los problemas ambientales que aquejan al mundo, especialmente a nuestra ciudad Quito que ha crecido exponencialmente en los últimos años.  


Con el objetivo de poner nuestro granito de arena, instalamos en el 2017 un pequeño jardín urbano en nuestra casa y con el paso del tiempo, nuestro taller con el cual buscamos compartir las cualidades y características de las plantas de Ecuador y así ayudar a crear una conexión entre la gente y la naturaleza por medio del arte 


Nuestra meta es la exploración de técnicas contemporáneas de conservación botánica para generar piezas únicas de joyas, cuadros, objetos y ibros promoviendo una economía colaborativa apoyando a otros artesanos locales en nuestra cadena de producción. 

¿Quiénes conforman nuestro taller?

Soy Gabriela, co fundadora de Escēre. 

Soy arquitecta especializada en arquitectura del paisaje. Por mucho tiempo he explorado diversas técnicas artísticas para documentar y entender los cambios del mundo natural y la belleza de la flora a través su ciclo de vida. Estoy enamorada de la Flora de Quito y de la ilustración botánica y creo que el arte es una herramienta poderosa para la generación de una conciencia ambiental colectiva. Actualmente trabajo como artista de preservación botánica en los Estados Unidos. 
Como artista me gusta explorar diseños minimalistas y geométricos con gamas de colores naturales. 

Soy Belén, co fundadora de Escēre. 

Soy abogada y gracias a mi hermana Gabriela nació mi deseo por aprender sobre la flora quiteña. Soy la encargada del cuidado de nuestro jardín urbano; y aunque no lo parezca, le tengo miedo a las abejas. A pesar de eso, me encanta saber que hemos logrado crear un hábitat para animales polinizadores. 
Escēre me ha inspirado a aprender sobre la flora ecuatoriana, así como a desarrollar mi imaginación y a entender que todos podemos contribuir con el medio ambiente.